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¿Qué es la lesión de Stener o la lesión del esquiador?

lesion Stener

La lesión de Stener, popularmente conocida como «lesión del esquiador,» es una lesión relativamente común en el ámbito deportivo, especialmente entre quienes practican deportes como el esquí, el balonmano, el rugby, y el fútbol.Este tipo de lesión afecta el ligamento de la base del pulgar, y su gravedad puede variar desde un esguince leve hasta un desgarro completo que requiera cirugía.

Debido a su naturaleza y a su impacto en la funcionalidad de la mano, el conocimiento sobre la lesión de Stener y sus tratamientos es fundamental para los deportistas y para quienes practican actividades manuales de alto impacto.

¿Qué es la lesión de Stener?

La lesión de Stener es una lesión que afecta específicamente al ligamento colateral cubital (LCC) del pulgar, el cual se localiza en la base de este dedo y es crucial para la estabilidad de la articulación metacarpofalángica, que permite realizar movimientos de agarre, pinza y presión con el pulgar. Cuando el pulgar es forzado hacia afuera de manera brusca, este ligamento puede estirarse o desgarrarse, causando dolor y pérdida de estabilidad en el dedo. Este tipo de lesión recibe el nombre de “lesión de Stener” en honor al cirujano sueco Albert Stener, quien describió por primera vez el mecanismo y los efectos de esta lesión en la década de 1960.

En casos graves, el ligamento colateral cubital no solo se desgarra, sino que sufre un desplazamiento, lo que significa que una porción del ligamento queda atrapada fuera de su posición natural bajo una estructura de tejido llamada aponeurosis del músculo aductor del pulgar. Esto impide que el ligamento se cure de forma adecuada, provocando una inestabilidad permanente en el pulgar que limita la capacidad de realizar actividades cotidianas y, por supuesto, afecta el desempeño en actividades deportivas.

Causas de la lesión de Stener

La lesión de Stener ocurre generalmente debido a un movimiento de abducción forzada del pulgar, en el cual el dedo se dobla hacia afuera de su alineación natural. Las principales causas de este tipo de lesión se asocian a traumatismos o movimientos bruscos en el dedo, que son comunes en varios contextos:

  1. Caídas en deportes de invierno: Esta lesión es frecuente en deportes como el esquí, donde el pulgar puede quedar atrapado en el bastón al caer, generando un tirón violento que estira el ligamento más allá de su límite. En estas situaciones, el impacto combinado de la caída y la fuerza del bastón en la mano aumenta la probabilidad de sufrir un desgarro.
  2. Deportes de contacto: En deportes como el rugby, el balonmano y el fútbol, donde el pulgar puede recibir golpes directos o sufrir giros forzados durante los movimientos de juego, los atletas corren un riesgo mayor de experimentar este tipo de lesión. Incluso en deportes como el baloncesto, donde el balón puede impactar en la mano de manera inesperada, el pulgar puede sufrir un estiramiento brusco.
  3. Actividades manuales y caídas accidentales: Esta lesión no se limita únicamente a los deportistas. Las caídas accidentales en el hogar o el uso intensivo de las manos en trabajos manuales (como en el caso de los carpinteros, mecánicos, o artesanos) también pueden provocar estiramientos forzados en el pulgar que generen este tipo de lesión.

Síntomas de la lesión de Stener

Los síntomas de la lesión de Stener son, en la mayoría de los casos, claros y específicos, facilitando la identificación de este tipo de daño en el ligamento del pulgar. La severidad de los síntomas suele estar relacionada con el grado de lesión, desde un simple esguince hasta un desgarro completo del ligamento. A continuación, se presentan los síntomas más comunes:

  1. Dolor intenso en la base del pulgar: Este dolor se localiza en el lado interno del dedo, cerca de la articulación afectada, y generalmente empeora al intentar mover el pulgar o aplicar presión. El dolor puede ser inmediato al momento de la lesión o aparecer de manera progresiva tras el traumatismo.
  2. Inflamación y hematoma: La base del pulgar puede hincharse y presentar un moretón visible, lo cual es un indicio de daño en el ligamento y en los tejidos circundantes. En los casos graves, la inflamación es pronunciada y puede extenderse a otras áreas de la mano.
  3. Dificultad para mover el pulgar: Debido al dolor y la inflamación, el movimiento del pulgar se vuelve limitado, lo que dificulta tareas cotidianas como sostener objetos, abrir recipientes o realizar movimientos de pinza.
  4. Inestabilidad en la articulación del pulgar: En casos de desgarro total o desplazamiento del ligamento, el pulgar puede presentar una inestabilidad notable, lo cual impide realizar movimientos firmes y precisos. Esta falta de estabilidad en el pulgar es una señal de que el ligamento no está funcionando correctamente.

Diagnóstico de la lesión de Stener

El diagnóstico de la lesión de Stener comienza con una evaluación física realizada por un médico especialista, quien examinará la mano, evaluará el rango de movimiento del pulgar y verificará la estabilidad de la articulación. Durante esta exploración, el médico puede aplicar presión en el ligamento afectado y pedir al paciente que intente realizar algunos movimientos. La sensación de inestabilidad o el dolor agudo en el ligamento durante estos movimientos son indicadores comunes de una lesión de Stener.

Para confirmar el diagnóstico y evaluar el grado de la lesión, se suelen utilizar pruebas de imagen como radiografías y resonancias magnéticas. La radiografía permite descartar fracturas en el hueso de la base del pulgar, mientras que la resonancia magnética ofrece una imagen detallada de los tejidos blandos, incluyendo el ligamento colateral cubital. Esto permite identificar si el ligamento está desgarrado o desplazado, lo cual es fundamental para decidir el tratamiento más adecuado.

Tratamiento de la lesión de Stener

El tratamiento de la lesión de Stener depende de la gravedad del desgarro y del estado del ligamento. En los casos leves, donde el ligamento solo está parcialmente desgarrado, se puede optar por un tratamiento conservador, que incluye la inmovilización del pulgar con una férula durante varias semanas. Esta férula limita el movimiento del pulgar y permite que el ligamento cicatrice adecuadamente sin la intervención quirúrgica. Durante el periodo de inmovilización, es recomendable aplicar hielo de manera intermitente para reducir la inflamación y aliviar el dolor.

En los casos en que el ligamento colateral cubital esté completamente desgarrado o desplazado, el tratamiento quirúrgico se convierte en la opción más efectiva. La cirugía consiste en realinear y reanclar el ligamento en su posición original, permitiendo una curación adecuada y restableciendo la estabilidad de la articulación. Después de la cirugía, el pulgar se inmoviliza nuevamente con una férula o yeso durante un periodo de cuatro a seis semanas, seguido de un programa de fisioterapia para restaurar la movilidad y la fuerza.

La fisioterapia desempeña un papel clave en la recuperación tras la cirugía o inmovilización, ya que ayuda a evitar la rigidez y a fortalecer los músculos del pulgar y la mano. Los ejercicios de estiramiento y resistencia son esenciales para recuperar el rango de movimiento y prevenir futuras lesiones. La duración de la fisioterapia varía según la respuesta del paciente al tratamiento, pero suele extenderse entre ocho y doce semanas.

Prevención de la lesión de Stener

La prevención de la lesión de Stener es especialmente importante para quienes practican deportes de contacto o actividades físicas de alto impacto, así como para aquellos que realizan tareas manuales con regularidad. Existen varias estrategias de prevención que pueden reducir el riesgo de sufrir esta lesión.

Utilizar equipo de protección adecuado es una de las formas más efectivas de prevención. Por ejemplo, en deportes como el esquí, el uso de guantes con refuerzos en el área del pulgar y la elección de bastones con correas adecuadas pueden reducir la probabilidad de que el pulgar quede atrapado en caso de caída. Además, es aconsejable realizar ejercicios de fortalecimiento de las manos y los dedos como parte de una rutina de acondicionamiento físico regular. Fortalecer los músculos de la mano y mejorar la flexibilidad del pulgar ayuda a proteger la articulación en situaciones de impacto.

Para quienes desempeñan actividades laborales o manuales intensivas, adoptar posturas ergonómicas y evitar movimientos bruscos o repetitivos del pulgar puede reducir significativamente el riesgo de lesiones en el ligamento. El uso de soportes o férulas en situaciones de riesgo también puede brindar protección adicional en estas ocupaciones.

Tiempo de recuperación y rehabilitación de la lesión de Stener

El tiempo de recuperación de una lesión de Stener depende del tipo de tratamiento y de la gravedad de la lesión. En los casos donde el tratamiento es conservador, la recuperación suele durar de 6 a 8 semanas, incluyendo el tiempo de inmovilización y una breve fase de rehabilitación. En los casos que requieren cirugía, el proceso puede extenderse hasta tres o cuatro meses, ya que es necesario un periodo de fisioterapia más prolongado para restaurar completamente la funcionalidad del pulgar.

Durante la fase de rehabilitación, los ejercicios específicos son fundamentales para evitar la rigidez y mejorar la movilidad. La terapia se enfoca en ejercicios de estiramiento y fortalecimiento progresivo, asegurando que el paciente recupere tanto la flexibilidad como la fuerza necesarias para el uso normal del pulgar. Con un tratamiento adecuado y siguiendo las recomendaciones del médico y del fisioterapeuta, la mayoría de los pacientes pueden lograr una recuperación completa, volviendo a sus actividades habituales sin problemas a largo plazo.

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