Cuando sufrimos una lesión, una de las primeras dudas que nos surge es si aplicar frío o calor. Escoger la opción adecuada puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida y efectiva o una prolongación del dolor y la inflamación.
Tanto el frío como el calor tienen efectos fisiológicos muy distintos sobre el cuerpo, por lo que utilizarlos en el momento adecuado es fundamental. Mientras que el frío es un potente antiinflamatorio natural y ayuda a reducir el dolor en lesiones agudas, el calor favorece la relajación muscular y la circulación sanguínea, siendo más adecuado en lesiones crónicas o tensiones musculares.
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Cuándo y cómo aplicar el frío en la recuperación de lesiones
¿Qué es la crioterapia y cómo funciona?
La crioterapia o terapia de frío se basa en la aplicación de bajas temperaturas sobre una zona afectada con el objetivo de reducir la inflamación, aliviar el dolor y evitar el daño tisular. Su mecanismo principal es la vasoconstricción, es decir, el estrechamiento de los vasos sanguíneos, lo que limita el flujo de sangre a la zona afectada y minimiza la hinchazón.
Beneficios del frío en lesiones
- Reduce la inflamación y la hinchazón al disminuir la circulación sanguínea en la zona.
- Disminuye la sensación de dolor al actuar sobre los receptores nerviosos.
- Previene el daño celular adicional al limitar la acumulación de líquidos en los tejidos lesionados.
- Reduce los espasmos musculares, lo que contribuye a una recuperación más rápida.
- Mejora la recuperación post-ejercicio al reducir la fatiga muscular y la aparición de agujetas.
Lesiones en las que se recomienda la aplicación de frío
- Esguinces y torceduras: El hielo reduce la inflamación y minimiza el dolor en las primeras 48 horas.
- Contusiones o golpes: La aplicación de frío disminuye la formación de hematomas.
- Lesiones musculares agudas: Como desgarros, contracturas o distensiones.
- Tendinitis y bursitis: Reduce la inflamación en articulaciones afectadas.
- Dolor post-ejercicio intenso: Útil en deportistas para evitar la rigidez muscular.
Cómo aplicar el frío correctamente
Para evitar riesgos y optimizar los beneficios del frío, sigue estas recomendaciones:
- Utiliza una compresa fría, bolsa de hielo envuelta en un paño o gel frío. Nunca apliques el hielo directamente sobre la piel para evitar quemaduras por frío.
- Tiempo de aplicación: No más de 15-20 minutos por sesión, repitiendo cada 2-3 horas en las primeras 48 horas tras la lesión.
- No aplicar frío en zonas con problemas circulatorios o sensibilidad reducida.
- Evita el frío antes de la actividad física, ya que puede reducir la flexibilidad muscular.
Cuándo y cómo aplicar el calor en la recuperación de lesiones
¿Qué es la termoterapia y cómo funciona?
La termoterapia o terapia de calor es un tratamiento basado en la aplicación de calor sobre el cuerpo con el fin de relajar la musculatura, aliviar el dolor y mejorar la circulación sanguínea. A diferencia del frío, que restringe la circulación, el calor provoca vasodilatación, aumentando el flujo sanguíneo en la zona y favoreciendo la regeneración de los tejidos.
Beneficios del calor en lesiones
- Relaja los músculos y reduce la rigidez.
- Aumenta el flujo sanguíneo, lo que favorece la oxigenación y nutrición de los tejidos.
- Mejora la elasticidad de los tejidos, reduciendo la sensación de rigidez.
- Alivia el dolor crónico y la tensión muscular.
- Facilita la movilidad articular, especialmente en pacientes con artritis o artrosis.
Lesiones y afecciones en las que se recomienda aplicar calor
- Contracturas musculares: Alivia la tensión en la espalda, el cuello y los hombros.
- Dolores crónicos: Como en la artrosis, la artritis y otras enfermedades reumáticas.
- Lumbalgias y cervicalgias: Si el dolor se debe a tensión muscular.
- Rigidez matutina en articulaciones: Mejora la movilidad en pacientes con enfermedades articulares.
- Preparación antes del ejercicio: Aumenta la elasticidad muscular en algunos casos.
Cómo aplicar el calor correctamente
- Utiliza una bolsa de agua caliente, una almohadilla eléctrica o una compresa térmica. También se pueden emplear baños calientes o saunas.
- Tiempo de aplicación: No más de 15-20 minutos por sesión para evitar irritaciones o quemaduras.
- No aplicar calor en lesiones agudas con inflamación activa.
- Evita aplicar calor en piel lesionada o con infecciones.
Errores comunes al aplicar frío o calor en una lesión
- Usar calor en una inflamación reciente: Puede aumentar la hinchazón y agravar la lesión.
- Aplicar hielo directamente sobre la piel: Puede provocar quemaduras por frío.
- Usar frío o calor por tiempos prolongados: Aplicaciones de más de 20 minutos pueden ser contraproducentes.
- No alternar frío y calor cuando es necesario: En ciertos casos, la combinación de ambos tratamientos es la mejor opción.
Terapia de contraste: combinación de frío y calor
En algunas lesiones, alternar frío y calor puede ser beneficioso para la recuperación. La terapia de contraste se basa en la alternancia de temperaturas para estimular la circulación sanguínea sin generar inflamación.
- Fase inicial de la lesión: Aplicar solo frío durante las primeras 48 horas.
- Fase de recuperación: Alternar frío y calor, comenzando con frío y terminando con calor.
- Tiempos recomendados:
- Frío: 10 minutos
- Calor: 10 minutos
- Repetir el ciclo 2-3 veces al día
Este método se usa en esguinces, tendinitis y procesos inflamatorios en fase de recuperación.
Aplicar la terapia correcta en el momento adecuado acelera la recuperación y minimiza el dolor. Si la lesión no mejora en unos días o el dolor persiste, es fundamental acudir a un fisioterapeuta para una evaluación profesional y un tratamiento adecuado.