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¿Qué es la Pubalgia y cómo se trata?

pubalgia

La pubalgia es una afección dolorosa que afecta principalmente la zona del pubis y las regiones adyacentes, como la ingle y el abdomen bajo. Aunque suele estar asociada con deportistas, en especial aquellos que practican fútbol, atletismo o deportes de alto impacto, cualquier persona puede padecerla.

Para este tipo de lesiones te recomendamos que acudas a un profesional de la fisioterapia especializado como los que forman parte del equipo de Fisio Rozas. ¡Pregúntanos para más información!

¿En qué consiste la Pubalgia?

La pubalgia, también conocida como síndrome de dolor inguinal u osteopatía dinámica del pubis, es una inflamación que afecta la zona del pubis, la articulación púbica y los tendones que rodean esta área. Este dolor se produce cuando hay un desequilibrio en los músculos que rodean la pelvis, como los músculos aductores o los músculos abdominales, provocando tensión y daño en los tejidos.

La pubalgia puede clasificarse en diferentes tipos, dependiendo de qué estructuras anatómicas estén afectadas:

  • Pubalgia alta: en este caso, el dolor se concentra en la zona abdominal baja, cerca del pubis, y suele estar relacionado con un sobreesfuerzo de los músculos abdominales.
  • Pubalgia baja: afecta principalmente los músculos aductores de la pierna, que se encuentran en la parte interna del muslo y se insertan en el pubis.
  • Pubalgia mixta: es una combinación de las dos anteriores, donde tanto los músculos abdominales como los aductores están comprometidos.

¿Qué causa la Pubalgia?

La pubalgia se desencadena principalmente por el desequilibrio muscular y el sobreesfuerzo en los movimientos repetitivos que implican la cadera, los músculos del abdomen y los aductores. A continuación, te presentamos las causas más comunes:

  1. Sobrecarga o esfuerzo repetitivo: los deportes de alta intensidad como el fútbol, rugby, atletismo o tenis pueden causar un esfuerzo excesivo en los músculos y tendones de la zona púbica.
  2. Desequilibrio muscular: cuando los músculos del abdomen y de la parte interna del muslo no trabajan en armonía, uno de los grupos musculares tiende a sobrecargarse, lo que puede llevar a una lesión.
  3. Falta de calentamiento adecuado: no preparar correctamente los músculos antes de la actividad física puede contribuir a una mayor tensión en la zona púbica.
  4. Movimientos explosivos o giros bruscos: movimientos rápidos y rotaciones repentinas pueden ejercer una presión excesiva sobre la pelvis.

¿Qué síntomas tiene esta afección?

Los síntomas de la pubalgia pueden variar en intensidad y afectar a cada persona de manera diferente, dependiendo de la gravedad de la lesión y de la causa subyacente. Sin embargo, existen ciertos signos característicos que ayudan a identificar esta condición. El síntoma más común es el dolor en la parte baja del abdomen o la zona del pubis, que a menudo se irradia hacia la ingle o la parte interna del muslo. Este dolor puede comenzar de manera leve, pero tiende a empeorar con el tiempo si no se recibe el tratamiento adecuado. El malestar se hace más evidente cuando se realizan actividades físicas, especialmente aquellas que implican movimientos repetitivos o de alta intensidad que involucren los músculos del abdomen y la cadera.

Otra manifestación común de la pubalgia es la molestia o el dolor al caminar o al realizar movimientos que impliquen el uso de la cadera. Movimientos cotidianos, como subir escaleras, levantarse de una silla o caminar distancias largas, pueden volverse dolorosos y afectar significativamente la movilidad de la persona. Este tipo de dolor puede ser intermitente al principio, apareciendo solo después de la actividad física, pero con el tiempo puede volverse constante, incluso en reposo.

Los esfuerzos que involucran la zona abdominal, como toser, estornudar o hacer fuerza al levantar objetos, también pueden desencadenar dolor agudo en personas que padecen pubalgia. Esto se debe a que los músculos abdominales están directamente relacionados con la estabilidad de la pelvis, y cualquier aumento en la presión intraabdominal puede agravar la tensión en la zona del pubis.

Además del dolor, otro síntoma característico de la pubalgia es la rigidez o la limitación del movimiento en la cadera o la pierna afectada. Esta rigidez suele ser más notable por la mañana o después de períodos prolongados de inactividad. Los músculos que rodean el pubis pueden sentirse tensos y restringidos, lo que impide la libre movilidad de la cadera. Esta limitación puede empeorar progresivamente si la lesión no se trata, dificultando incluso los movimientos más simples.

El dolor durante la actividad física es un síntoma que suele empeorar con el tiempo si no se toma acción. Al principio, el dolor puede aparecer solo durante actividades intensas, como correr o saltar, pero si no se gestiona adecuadamente, el malestar puede presentarse durante actividades más suaves e incluso en el descanso. Este tipo de dolor crónico afecta tanto el rendimiento deportivo como la calidad de vida diaria, ya que limita considerablemente la capacidad para realizar actividades físicas.

Tratamiento de la Pubalgia con fisioterapia

El tratamiento de la pubalgia debe comenzar con un diagnóstico adecuado por parte de un profesional de la salud. Una vez identificada la causa del dolor, el tratamiento mediante fisioterapia es fundamental para aliviar los síntomas, mejorar la función muscular y prevenir futuras recaídas. Aquí te explicamos cómo se trata la pubalgia con fisioterapia:

  • Reposo activo: el reposo es una de las primeras indicaciones para tratar la pubalgia, pero se recomienda un reposo activo en lugar de la inmovilización completa. Esto significa reducir las actividades físicas que agravan los síntomas, pero mantener una actividad controlada bajo la supervisión de un fisioterapeuta.
  • Terapia manual: la terapia manual es una de las técnicas más comunes y efectivas en el tratamiento de la pubalgia. Un fisioterapeuta especializado puede realizar técnicas de movilización y masajes en la zona afectada para reducir la tensión muscular, mejorar la flexibilidad de los tejidos y aliviar el dolor.
  • Ejercicios de rehabilitación: el fortalecimiento muscular es clave en la rehabilitación de la pubalgia. Se diseñan programas de ejercicios de fortalecimiento y estiramiento enfocados en los músculos abdominales, aductores, isquiotibiales y la cadera. Estos ejercicios buscan restaurar el equilibrio muscular en la pelvis y mejorar la estabilidad. Algunos ejercicios comunes incluyen:
  • Electroterapia y terapia de calor/frío: en la fase aguda de la pubalgia, las técnicas de electroterapia como el ultrasonido o la estimulación eléctrica pueden ser útiles para reducir la inflamación y el dolor. Además, se pueden usar compresas de calor o frío para aliviar los síntomas.
  • Reeducación postural: en muchos casos, la pubalgia puede estar relacionada con una mala postura o una biomecánica incorrecta en los movimientos. Los fisioterapeutas pueden trabajar en la reeducación postural, corrigiendo la alineación del cuerpo y la pelvis durante la actividad física y en reposo.
  • Readaptación deportiva: para los deportistas, una parte importante del tratamiento es la readaptación deportiva, que consiste en la reintegración gradual a la actividad física bajo la supervisión del fisioterapeuta. Esto implica un retorno progresivo al deporte, asegurando que la pelvis y los músculos estén preparados para el esfuerzo sin riesgo de recaída.

¿Cuánto tiempo dura la recuperación?

El tiempo de recuperación de la pubalgia depende de la gravedad de la lesión y la adherencia al tratamiento. En los casos leves, la recuperación puede llevar entre 4 y 6 semanas con fisioterapia regular. En los casos más graves, puede requerir varios meses de rehabilitación antes de que el paciente pueda retomar su actividad normal.

Es importante no apresurar el regreso a la actividad física intensa, ya que una recuperación incompleta o el regreso prematuro al deporte puede empeorar la lesión y prolongar el tratamiento.

La mejor forma de prevenir la pubalgia es mantener una buena condición física, con un enfoque en el fortalecimiento equilibrado de los músculos que rodean la pelvis, cadera y abdomen. Algunas recomendaciones para prevenir esta afección incluyen:

  • Realizar calentamientos adecuados antes de la actividad física.
  • Mantener una rutina de fortalecimiento muscular en el abdomen y aductores.
  • Realizar estiramientos después del ejercicio.
  • Evitar los sobreesfuerzos o los movimientos bruscos que puedan generar tensión en la pelvis.

La pubalgia es una afección dolorosa que afecta la zona púbica y que, si no se trata adecuadamente, puede comprometer la movilidad y el rendimiento físico. El tratamiento de fisioterapia es esencial para reducir el dolor, mejorar la función muscular y evitar futuras complicaciones. Si experimentas síntomas de pubalgia, es fundamental consultar con un fisioterapeuta lo antes posible para iniciar un tratamiento adecuado y asegurarte una recuperación completa.

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